Trastornos de la Conducta Alimentaria No Específicos

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria No Específicos (TCANE) son habitualmente cuadros parciales o atípicos de anorexia o bulimia nerviosa. Por lo tanto, veremos síntomas similares, pero sin llegar a formar un cuadro completo, aunque no por ello menos grave.

Pueden llegar a interferir seriamente en las relaciones personales, laborales, rendimiento académico y afectar la salud.

Las conductas pueden consistir en métodos de control del peso tales como ejercicios drásticos, dieta crónica, abuso de anorexígenos, laxantes, enemas o diuréticos, masticación y emisión del alimento sin ingerirlo y comilonas, con menos frecuencia que en el trastorno por atracones.

La diferencia principal con la bulimia es que no hay una conducta compensatoria después de los atracones, por lo que con el tiempo el paciente acaba sufriendo un problema de sobrepeso u obesidad.

Suelen ser personas que no aprendieron a controlar el estrés y el hecho de comer les calma, usan la comida como un modo de sobrellevar emociones y sentimientos incómodos.

Al igual que en la bulimia, suelen sentirse deprimidos y culpables por no poder controlar su forma de comer, lo que aumenta el estrés y continúa el ciclo.

Es la excesiva práctica de deporte debido a una obsesiva preocupación por el aspecto físico y deformación del esquema corporal. Estas personas se ven enclenques, sin musculatura, flácidas e intentan corregirlo mediante la práctica deportiva sin límites. Son características típicas:

  • Preocupación por ser débiles o poca musculatura.
  • Incapacidad de ver con objetividad su propio cuerpo, aun teniendo un cuerpo grande y musculado, se ven débiles y enclenques lo que deriva en insatisfacción corporal.
  • Permanente auto-observación en el espejo para comprobar el tamaño de los músculos.
  • Evitar sitios públicos donde se vea el cuerpo, llevar ropas especiales, etc.
  • Necesidad compulsiva de realizar ejercicio con pesas, para incrementar el tamaño corporal.
  • Afectación de la vida social, familiar y sentimental, por el cuidado del cuerpo, el entrenamiento y la dieta.
  • Excesivo control de la dieta.
  • Abuso de proteínas, esteroides anabolizantes y suplementos alimenticios.

Afecta sobre todo a los hombres de entre 18 a 35 años, más frecuentemente de clase media-baja.

Este trastorno produce numerosos problemas en el organismo y lesiones por la práctica deportiva excesiva.

El abuso con las pesas en el gimnasio daña los huesos, tendones, músculos y las articulaciones, con desgarros y esguinces.

El uso de anabolizantes, para intentar mejorar el rendimiento físico y aumentar el volumen de sus músculos, producen muchos trastornos en el organismo como detención del crecimiento, problemas cardíacos (aumento del tamaño del corazón y mayor riesgo de infarto), acné, calvicie, masculinización e irregularidades del ciclo menstrual en las mujeres, atrofia testicular, disminución de la formación de espermatozoides en los varones, retención de líquidos, aumento de la agresividad, delirios, manías y tendencias suicidas entre otros.

En este trastorno existe una preocupación enfermiza por la comida sana, lo que lleva a consumir exclusivamente alimentos procedentes de la agricultura ecológica, evitando los alimentos que contienen o podrían tener colorantes, conservantes, pesticidas, componentes transgénicos, grasas poco saludables o contenidos excesivos en sal, azúcares y otros componentes.

La persona que sufre ortorexia no está preocupada por el sobrepeso, ni tienen una imagen errónea de su aspecto físico, sino que su preocupación se centra en mantener una dieta equilibrada y sana.

Esta práctica puede conducir muchas veces a que se supriman la carne, la grasa y algunos grupos de alimentos que, a veces, no se sustituyen por otros que puedan aportarle los mismos nutrientes. Las consecuencias físicas pueden ser: desnutrición, anemias, hipervitaminosis (exceso de una vitamina) o hipovitaminosis (falta de una vitamina), hipotensión y osteoporosis, etc. Consecuencias psicológicas: tales como depresión, ansiedad e hipocondriasis.

La forma de preparación (verduras cortadas de determinada manera) y los materiales utilizados (sólo cerámica o sólo madera, etc.) también son parte del ritual obsesivo.

En algunos aspectos las personas con tendencia ortoréxica tienen rasgos comunes con los pacientes que padecen anorexia, suelen ser personas meticulosas, ordenadas, con una exagerada necesidad de auto-cuidado y protección.

La planificación de la dieta diaria ocupa gran parte de su tiempo.

Los grupos más vulnerables son las mujeres, adolescentes y quienes practican deportes como el culturismo, el atletismo, entre otros deportes.

Las personas con ortorexia rechazan comer fuera de casa, porque no se fían en la preparación de los alimentos, rehuyen los actos sociales y se distancian de sus amigos y familiares.

Las personas quieren inicialmente mejorar su salud, tratar alguna enfermedad o perder peso. Al final lo que predomina es la búsqueda de otras compensaciones espirituales a través de la dieta.

Según Bratman las características de estos pacientes serían:

  • Dedicar más de 3 horas al día a pensar en su dieta sana.
  • Preocuparse más por la calidad de los alimentos, que del placer de consumirlos.
  • Disminución de su calidad de vida, conforme aumenta la pseudo-calidad de su alimentación.
  • Sentimientos de culpabilidad, cuando no cumple con sus convicciones dietéticas.
  • Planificación excesiva de lo que comerá al día siguiente.
  • Aislamiento social, provocado por su tipo de alimentación.
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