Problemas más frecuentes (1-3 años)

Influencia de la televisión

Los medios de comunicación tienen una gran influencia sobre estos pequeños. La mayoría de los anuncios de comida en horario infantil ofrecen galletas, refrescos, cereales de desayuno ricos en azúcar y en general alimentos poco saludables, nunca frutas y verduras.

Ver la televisión mientras se come se asocia con peores opciones nutricionales y menor control sobre la cantidad de alimentos que se ingieren.

 

Ingieren un exceso de calorías

 

Se debe escoger los horarios de las comidas, dando una variada oferta de alimentos ricos en nutrientes como frutas y verduras, en lugar de alimentos ricos en calorías y con pocos nutrientes como helados, papas fritas, galletas, frituras y bebidas azucaradas.

Hay que prestar especial atención al tamaño de las raciones, teniendo en cuenta la edad y el peso del menor.

Debemos respetar la autorregulación del apetito, dado que forzar la ingesta puede generar sobrepeso.

El impulso natural de los padres y madres de obligar a comer, podría provocar la pérdida de la autorregulación de la ingesta por parte del niño o niña. Por el contrario, prohibir completamente la ingesta de determinados alimentos, puede generar el deseo desmedido del alimento prohibido.

Ingesta desproporcionada de proteínas

Debemos controlar la ingesta excesiva de proteínas dado que, el exceso de consumo en los primeros años de vida, puede fomentar la aparición de obesidad en el futuro.

Aporte excesivo de lípidos, especialmente de grasas saturadas

La ingesta de colesterol y ácidos grasos saturados en exceso durante los primeros años de la vida parece influir en el desarrollo de la enfermedad cardiovascular (infartos, trombosis) en la etapa adulta.

Insuficiente aporte de hidratos de carbono, aunque con un exceso de azúcares refinados

Pocas veces se cumplen las recomendaciones de ingesta de legumbres y cereales, excediéndose, por el contrario, las recomendaciones de azúcar refinado con los picoteos que favorecen, entre otras cosas, la aparición de caries dental, estreñimiento, sobrepeso etc.

Aporte excesivo de sal

Una ingesta excesiva de sal en la infancia temprana puede favorecer la aparición de hipertensión en etapas posteriores de la vida, especialmente en niños o niñas con antecedentes familiares de la misma. Por lo tanto, no se debe añadir sal a las comidas y se debe limitar el consumo de alimentos salados.

Escaso aporte de fibra

Son numerosos los beneficios relacionados con el consumo de fibra, tales como la de mejorar el estreñimiento/regulación del tránsito intestinal, disminución del colesterol, efectos positivos sobre el control de la diabetes, en la prevención y el tratamiento de la obesidad o sobre la prevención de algunos tipos de cáncer. Los niños y niñas que no consumen o consumen de manera insuficiente frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, pueden no conseguir ingestas adecuadas de fibra.

Dieta poco variada con alimentos siempre triturados

Existen momentos críticos para la introducción de alimentos sólidos, y si estos no se introducen antes de los 10 meses, se incrementa el riesgo de dificultades para la alimentación posteriormente.

Es importante, tanto para el desarrollo psicomotor adecuado, como para el desarrollo nutricional, dar alimentos de consistencia adecuada a la edad adecuada, evitando prolongar más de lo necesario los alimentos triturados.

Los niños o las niñas pueden rechazar inicialmente los alimentos nuevos, o utilizar el rechazo de los mismos como forma de autoafirmarse o incluso de hacer chantaje al adulto; por ello debemos insistir una y otra vez en ofrecer una alimentación variada, acompañando los alimentos rechazados de otros aceptados, comiéndolos también el resto de la familia, para dar ejemplo.

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