Durante la época de crecimiento no es aconsejable el deporte realizado de forma intensa; sin embargo, la práctica moderada de actividad física se considera un hábito saludable que debe ser incentivado desde las etapas precoces de la vida.
Se recomienda al menos 1 hora de ejercicio físico al día de forma natural por medio de juegos de toda la vida y actividades típicas de niños o niñas (correr en el parque, columpios, pelota, etc.) o bien por medio de actividades programadas como las realizadas en escuelas deportivas (natación, baloncesto, tenis, etc.).
Si el niño o niña realiza un deporte sistematizado con entrenamientos que sobrepasan las 20 horas semanales, debe prestarse especial atención a la alimentación, ya que además de cubrir las necesidades energéticas por el ejercicio físico debe reservar una parte de los nutrientes para continuar su adecuado crecimiento y desarrollo.
Hacer ejercicio frecuentemente proporciona los siguientes beneficios:
- Músculos y huesos fuertes.
- Control de peso.
- Disminución del riesgo de padecer diabetes tipo 2.
- Mejor calidad de sueño.
- Una perspectiva mejor de la vida.
- Mayor motivación académica, estar más alerta y ser más exitosos.
- Mejora la autoestima a cualquier edad.
¿Cómo motivar para que se mantengan activos?
Existen tres puntos clave para que el niño o niña quiera realizar ejercicio físico:
- Escoger la actividad apropiada para la edad, de no hacerlo así puede que se canse o se desmotive.
- Proporcionar opciones para mantenerse activo, pues necesitan que sus padres faciliten las actividades que elijan, brindándoles el equipamiento y llevándolos a lugares donde puedan jugar y realizar deportes activos.
- Tratar que la actividad sea divertida, puesto que a esta edad debe relacionarse el deporte con la diversión. Cuando disfrutan de una actividad quieren hacerla con más frecuencia.
¿Cuáles son las actividades apropiadas a estas edades?
En estas edades se suele pasar más tiempo en actividades sedentarias (TV, ordenador, videojuegos, etc.). El reto para padres y madres es ayudarles a encontrar actividades físicas en las que se sientan a gusto y exitosos al realizarlas, además, se deberían involucrar y practicar algunas actividades juntos.
Pueden ser deportes como baloncesto, fútbol, ciclismo, natación, gimnasia rítmica, patinaje, danza, etc, potenciando también actividades al aire libre.
En los primeros años los niños y niñas están aprendiendo sus habilidades básicas, las reglas fundamentales y puede que solo destaquen en algunas actividades atléticas.
A medida que crecen, las diferencias en habilidades y en personalidad se hacen más patentes.
El grado de interés y compromiso que adquieren para la práctica de actividades suele ir paralelo a las habilidades, por eso, es importante ayudarles a encontrar las actividades más adecuadas para su edad. No olvide reservar el tiempo necesario para compartirlo con sus hijos e hijas.
Asimismo se ha relacionado el ocio pasivo (ordenador, videojuegos, TV, etc.) con un aumento de la obesidad y de la ingesta de alimentos hipercalóricos y de bajo contenido nutricional, por este motivo se recomienda que el número de horas diarias no exceda de 2 en estas edades.
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