Las proteínas son un grupo de alimentos plásticos que intervienen en el crecimiento, desarrollo y reparación de órganos y tejidos (1 gramo aporta 4 kilocalorías).
Las carnes son una fuente importante de proteínas de alto valor biológico y de gran aprovechamiento digestivo (95%). Cuanto más grasa contenga un alimento, más lenta será su digestión. El consumo recomendado de carne es de 3-4 veces a la semana.
Las proteínas se pueden clasificar según su contenido en grasas en:
Los pescados contienen proteínas de alta calidad y, en general, tienen un valor calórico inferior que las carnes. Su aprovechamiento digestivo es del 90-98% y se digieren mejor que las carnes. Según el tipo de grasa, los pescados se pueden clasificar en: pescado azul (más de 5 mg de grasa/gramo), o pescado blanco (menos de 5 mg de grasa/gramo). La grasa del pescado es rica en ácidos grasos poliinsaturados entre los que se encuentran los omega 3, relacionados con la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Por ello se aconseja que su consumo sea mayor al de la carne. Los mariscos tienen poca grasa, pero abundante colesterol (sobre todo los moluscos), por lo que su consumo debe controlarse.
Los huevos son un excelente alimento por su contenido en proteínas, hierro, vitaminas A y D. Su aprovechamiento digestivo es del 92%. La frecuencia de consumo es de 4 a 5 unidades a la semana.